Twenty – Ninth Sunday in Ordinary Time – Sunday, October 19, 2025

Reflection by: Fr. Salvator M. Stefula, T.O.R.

My dear sisters and brothers in Christ,

May the peace of the Lord be with you and your family. Our first reading today is taken from the Book of Exodus. It speaks about a battle where victory for the Israelites depended on Moses praying with his hands raised, supported by Aaron and Hur. The meaning of this passage highlights the importance of intercessory prayer, the necessity of teamwork and mutual support. We keep in mind that God’s power is the ultimate source of victory. Moses, standing with the staff, assures Joshua and his men that God is actually involved in this struggle.

The Gospel speaks about the persistent widow and a judge who does not want to deal with her. In this parable Jesus is encouraging believers to always pray and not lose heart. If an earthly judge could be persuaded by a persistent widow, then a loving God will respond to the persistent prayers of His chosen people.

We might reflect on the life of St Monica who prayed for many years for her son, Augustine. She never gave up. She is a wonderful model for perseverance in prayer. St Monica, pray for us.

Mis queridos hermanas y hermanos en Cristo,

Que la paz del Señor este contigo y tu familia. Nuestra primera lectura de hoy proviene del Libro del Éxodo. Habla sobre una batalla donde la victoria de los israelitas dependía si Moisés oraba con sus manos levantadas, apoyado por Aarón y Hur. El significado de este pasaje destaca la importancia de la oración de intercesión, la necesidad de trabajo en equipo y de apoyo mutuo. Recordemos que el poder de Dios es la última fuente de la victoria. Moisés, de pie con la vara, le asegura a Josué y sus hombres que Dios está realmente involucrado en esta lucha.

El Evangelio habla acerca de la viuda persistente y el juez que no quiere lidiar con ella. En esta parábola, Jesús anima a los creyentes a orar siempre y no desanimarse. Si un juez terrenal puede ser persuadido por una viuda persistente, entonces un Dios amoroso responderá a las oraciones persistentes de su pueblo elegido.

Podemos reflexionar sobre la vida de santa Mónica, quien rezó por muchos años por su hijo, Agustino. Ella nunca se dio por vencida. Ella es un modelo maravilloso de la oración de intercesión. Santa Mónica, reza por nosotros.